dietas sanas

Operación bikini con sentido común

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Se aproxima el buen tiempo y es ahora cuando comenzamos a preocuparnos por nuestra silueta y por cómo luciremos cuando aligeremos la ropa y comencemos a frecuentar playas y piscinas.

En estas fechas, al igual que tras la Navidad, es muy frecuente el inicio de dietas o el comienzo de algún ejercicio físico para lograr llegar al verano con algunos kilos de menos.  Si estás pensando en iniciar la operación bikini y no dispones de mucho tiempo para dedicar a tu cuerpo, te damos algunos consejos para que sea más sencillo y encuentres la motivación que necesitas:

  • Define tus metas

    Fíjate unos objetivos concretos y realistas. Determina el peso que quieres perder y trata de hacerlo de forma gradual, sin prisas y con constancia. Cuando se pierden kilos rápidamente nuestro cuerpo responde con el conocido ‘efecto rebote’. No es sano y aunque los resultados sean visibles rápidamente, son también rápidamente reversibles.

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  • Controla lo que comes

    Aunque no se trata de eliminar alimentos de nuestra dieta, sí podemos elegir la mejor forma de tomarlos. Evita los fritos y las grasas saturadas. Apuesta por la cocción, la plancha, la cocina al vapor o el microondas. Reserva los dulces para ocasiones especiales y desecha la bollería industrial. Es mucho más sana (y suele engordar menos) la repostería casera. Los refrescos y bebidas azucaradas no aportan nutrientes a tu organismo y tienen muchas calorías. Si no quieres renunciar a un refresco de vez en cuando, elige bebidas light.

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  • Distribuye bien los alimentos

    Como decíamos, no debe haber alimentos prohibidos, pero sí hay momentos mejores que otros para tomarlos. Por las noches apuesta por comidas ligeras y bajas en grasa, ya que la inactividad durante el sueño te impedirá quemar las calorías de más. Los hidratos de carbono, mejor por la mañana o a mediodía. Igual ocurre con las frutas que son ricas en azúcares.

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  • Planifica las comidas

    La falta de tiempo nos lleva muchas veces a comer ‘lo primero que encontramos’ y muchas veces esa elección no es la más adecuada. Hay muchísimas recetas sencillas y rápidas perfectamente compatibles con la dieta pero o mejor es siempre que te planifiques para no aburrirte. Haz un calendario de comidas y tenlo en cuenta a la hora de ir al súper. Si eres de las que llega tarde a casa tras el trabajo, intenta dejar preparada (o a medio hacer) la comida de cada día. Es más fácil comer sano cuando se llega a casa con hambre si la comida está lista.

  • Ejercicio, sí o sí

    Hacer una dieta sin ejercicio y aspirar a tener un cuerpo tonificado es poco menos que imposible. La pérdida de peso sin actividad física es mucho más lenta y provoca flacidez. En cualquier ‘operación bikini’ es necesario decir adiós al sedentarismo. Como con todo, hay que hacerlo con sentido común. Si hasta la fecha has llevado una vida sedentaria, no es muy recomendable apuntarse a un gimnasio y meterse en todas las clases. Paciencia, constancia y aumento gradual de frecuencias e intensidades. En el día a día hay multitud de gestos que nos ayudan a movernos y que no nos llevan demasiado tiempo, como el uso las escaleras en lugar del ascensor, ir caminando al trabajo siempre que podamos o bajarnos del autobús una parada antes. Comienza con ejercicios moderados como caminar o hacer bicicleta, ve incrementando progresivamente la intensidad y combínalos con ejercicios de fuerza. poco a poco, el cuerpo te pedirá actividad.

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  • Mantén la motivación

    Para ello es muy importante que no estés sufriendo con la dieta. Hay que privarse de cosas, pero sin llegar a la obsesión. Recuerda que es un proceso de aprendizaje, ten claras tus metas y busca la motivación en fotos antiguas u objetivos a corto plazo. Si quieres, puedes.

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