La llegada de un recién nacido a casa supone la instauración de una serie de rituales que marcan el día a día de la familia. Uno de ellos, quizás uno de los mejores, es el baño del bebé que, para muchos, constituye uno de los momentos más agradables del día.
Para los padres primerizos, los primeros baños de inmersión del bebé, tras la caída del cordón umbilical, constituyen todo un acontecimiento. Es frecuente que ese momento se convierta en una ceremonia en la que participan ambos progenitores e incluso, en ocasiones, otros miembros de la familia.
El baño ayuda al bebé a relajarse y le permite entrar en contacto con un medio que ya conoce por los nueve meses que pasó en el vientre materno. Es, además, un momento idóneo para realizar masajes al bebé, lo que, además de fomentar el contacto y el vínculo afectivo entre padres e hijos, puede dar muy buenos resultados para prevenir gases y aliviar el tan temido cólico del lactante.
Lo recomendable es que dure alrededor de veinte minutos. No es necesario utilizar jabones y champús a diario, pero si se hace, lo ideal es que sean productos específicos para la piel del bebé, con un pH que favorezca el desarrollo del manto ácido de la piel.
La temperatura del agua debe oscilar entre los 35 y los 37ºC, aunque es importante tener en cuenta la estación del año y la temperatura exterior. Para controlarla, se pueden utilizar termómetros para el agua.
Entre los productos que necesitaremos para el baño del bebé figuran el champú, el gel de baño, la crema hidratante y la pasta protectora para evitar rozaduras y escoceduras provocadas por el pañal, aunque existen otros muchos. El champú debe estar adaptado al cabello frágil y fino del bebé, no causar irritación en los ojos y, en los primeros meses de vida, es recomendable emplear uno que además favorezca la eliminación de la costra láctea.
El gel debe tener un pH ácido que respete la piel del bebé. Existen numerosos productos que poseen hierbas aromáticas e ingredientes calmantes para favorecer el descanso nocturno de los más pequeños.
La crema hidratante es fundamental para nutrir la delicada piel del bebé tras el baño. Si además contiene principios activos regeneradores, la protección será mayor. Por último, encontramos la crema para proteger la zona del pañal, que puede ser balsámica, para el uso diario, o tratante, cuando existen irritaciones y escoceduras.
Con el tiempo y la práctica, los hábitos se van afianzando y ya nos son precisas cuatro manos para preparar el baño a su temperatura ideal, bañar, secar, hidratar y vestir al bebé. Hasta que ese momento llega, es importante tenerlo todo bien organizado.
La oferta en geles, lociones hidratantes, cremas protectoras del culito y colonias para el bebé es muy amplia. Otra de las grandes marcas especializadas en el cuidado de la piel del bebé, además de Mustela, Suavinex y Chicco, es Sebamed, que cuenta con un amplio repertorio de productos para las pieles sensibles. Todos ellos cuentan con un pH ácido (5.5) que impide la proliferación incontrolada de microorganismos, causantes de irritaciones y alergias.
Lo importante, después de todo, es disfrutar del baño, conseguir que la piel del bebé se mantenga hidratada y protegida frente a bacterias y microorganismos y convertir esta rutina en un momento especial cada día.
Felicitaros por la información tan útil que publicáis. En dos semanas nacerá mi hijo y, como soy madre primeriza, aprovecho este tiempo de espera para leer y aprender todo cuanto pueda sobre el cuidado de un bebé.
Por este motivo quiero agradecer vuestras publicaciones, que considero muy útiles para primerizas como yo e interesantes.
Os sigo leyendo. Un saludo.
Esther.